
Las abejas, esclavas del cultivo de almendras
En California, primer productor mundial de almendras con el 80% de su producción, el cultivo de los almendros está en el centro de la polémica debido a sus prácticas negativas sobre el medio ambiente y sobre todo con las abejas, principal responsable de la polinización de los almendros. Según el artículo del periódico británico The Guardian, en los EE. UU, el cultivo de las almendras pone en peligro a las abejas por el extensivo uso de pesticidas y por la práctica del monocultivo, este hecho limita a las abejas a polinizar únicamente los almendros contaminados, lo que empobrece su alimento y provoca una gran disminución de su población. Además, el traslado de las colmenas de un lugar a otro debilita a las abejas, así como el hecho de despertarlas durante el invierno uno o dos meses antes de su despertar natural, son también prácticas de esclavitud hacia ellas.
Nuestros principios con el medio ambiente
Sin embargo, en Ecomil contribuimos a proteger la salud de las abejas y del planeta. Nuestra leche de almendras se fabrica en el mismo lugar donde éstas son cultivadas, en el este de España. Para su cultivo no se emplea ningún tipo de pesticidas ni de otros productos químicos, ya que los almendros son cultivados según la reglamentación de la agricultura ecológica, comprometiéndonos con el medio ambiente. Además, las almendras ecológicas que seleccionamos provienen de un cultivo 100% de secano que permite evitar el agotamiento de las capas freáticas y una mayor eficiencia del agua. En cuanto a los insectos polinizadores, las abejas son autóctonas y recogen el polen libremente, no son trasladadas de una zona a otra para realizar su trabajo como ocurre en California.
¿Cómo actuamos para proteger a las abejas?
Para reforzar nuestra lucha y compromiso hemos decidido apoyar a ANSE, la Asociación de los Naturalistas del Sureste, con una inversión de 9.000€ en su plan de acción (de julio 2019 a junio 2021) para la protección de las polinizadoras, la mejora de su calidad de vida y de su hábitat frente al cambio climático.
Este plan de acción contiene 4 objetivos:
- Restaurar o establecer “corredores ecológicos”, que vinculan los entornos naturales para que las especies vegetales y animales puedan viajar, y refugios para los polinizadores en las zonas rurales.
- Desarrollar una red de jardines en las ciudades con refugios para las abejas polinizadoras.
- Desarrollar y reforzar los acuerdos de gestión del medio ambiente gracias a unas juntas con los diferentes municipios, los apicultores, los agricultores y las asociaciones.
- Interacción con la población gracias a actividades voluntarias, clases educativas sobre el medio ambiente y juntas para adoptar las medidas necesarias que se deben tomar para proteger a los polinizadores frente al cambio climático.
Más información:
El reverso tenebroso de la abeja Maya